Alba & Dani
Viajamos en diferentes direcciones y cada una de ellas conforman nuestro camino, alimentando y nutriendo la curiosidad innata de quien transita rodeado de estímulos, lleno de curiosidad y ávido de experiencias.
Desde la ciudad al pueblo, retornamos al inicio, recuperando la esencia de un entorno acogedor, disfrutando de la libertad de un espacio protector y aliado, en cuyas calles habitan la nostalgia y la soledad de aquellos mayores con quienes recorrimos felices sus campos y prados.
Desde el pueblo a la ciudad descubrimos la premura, la urgencia de un medio poco receptivo al sosiego, donde es posible disponer de la última tecnología, amplia variedad de ofertas culturales, cantidad de servicios o el más novedoso artículo.
Llegado a éste punto, cada persona busca su sitio, su espacio, su compañero de viaje, alguien con quien compartir, soñar o hacer locuras, alguien que esté a su lado a pesar de los defectos, alguien que comprenda nuestras batallas internas.
Para Alba y Dani todo lo expuesto es un hecho comprobado, aman el pequeño pueblo donde los veranos son divertidos e inolvidables, recorren juntos las calles de su querida ciudad en la que se conocieron, gozan de una relación sólida y firme, además de contar con una familia acogedora, comprometida y tolerante.
Para ellos su fiesta fue vivida intensamente, al igual que cada uno de sus invitados, desde la visita familiar a “Cotillas”, hasta la celebración, convite y velada. Una amalgama de emociones, de sentimientos, de risas y llantos fruto del más variado y pintoresco grupo que acompañó y arropó el inicio de su nueva etapa en pareja.
Abrazos entusiastas, enfervorecidos aplausos , miradas cómplices, deseos de prosperidad, bienestar y felicidad retumban en el ambiente, siendo el mejor recuerdo con el que continuar el camino iniciado juntos.
Texto: Dolores Acedo































































