El día 17 se dieron cita en Barberá del Vallés una cincuentena de escritores de microrrelatos de toda nuestra geografía.
La biblioteca Esteve Paluzie les abrió sus puertas de par en par, estaban en su casa.
Debatieron sobre la estructura de los «micros» como ellos acostumbran a llamarlos.
Gines Cutillas nos enseñó como pasar del «micro» al corto cinematográfico.
Antonio Beneyto hizo unas lecturas de algunos «micros» de Irene Andres-Suárez, catedrática de Literatura en la Universidad de Neuchâtel (Suiza).
Luego se hizo una comida en el centro Cívico de Can Amiguet.
Al finalizar la misma se hizo la lectura de «los micros tuneados».
Qué es eso? me preguntaba yo, pues es escribir un «micro» sobre cualquier superficie u objeto, hubo quien lo escribió sobre un frasco de perfume, una botella, un cuadro incluso una corbata, se nota que tienen las neuronas bien activas, creatividad e imaginación se respiraba en el ambiente, fue francamente divertido.
He de decir que por mi forma de ser, me gusta ir al grano y sintetizar al máximo las cosas, el microrrelato me encantó, ágil, fresco, no te deja indiferente, el final llega pronto y quedas gratamente sorprendido, queda abierto a la imaginación.
Continuamos con la tinta y el papel bajo el brazo.
Nos dirigimos a Diarium, Fernando y Mónica son los encargados de la «micro» librería, son los impulsores de la «micro» quedada.
Allí se hizo la presentación de los libros, «Precipicios habitados» de Mar Horno y «Verde como el hielo» de Pedro Sánchez Negreira.
Se hicieron lecturas, los autores firmaron ejemplares a los allí presentes, se agotaron, los ejemplares.
Al finalizar, nos dirigimos a la fabrica Moritz en Barcelona.
Nos esperaba la presentación del libro «Despojos del REC»
Justo a continuación, la obra de teatro, «Despojadas» de Miguel Angel Flores con Júlia Lora y Maria Lesmes pusieron el punto y final .
Como no podía ser de otra manera nos quedamos a cenar y tomar unas «micro» cervezas.
Charlamos y reímos, en definitiva otro día de enriquecimiento cultural y personal.